Ciclo de cine, literatura y nuestros derechos

Dice el refrán “no tan solo de pan vive el hombre” y tanto es así que los compañeros, laura, Alberto, jorge, José y otros, militantes políticos-estudiantil están encargado de arrimar aquellos alimentos, que engorden nuestras venas, nuestra alma, nuestra cabeza.
Debemos convenir que la asistencia que nuestro gobierno nacional, provee a nuestro pueblo mas carenciado es una necesidad, pero ello no cubre toda la escasez que posee nuestra población después de años de dictadura y gobiernos conservadores.
Nuestro deber como peronista y hombres del campo nacional y popular es brindar nuestro pequeño saber, y compartirlo sin vacilación y de forma honesta con el objetivo de superar nuestro vacío, nuestra colonización, cuya meta sea formarnos como hombres libres, críticos y juntos transformar nuestra historia de avasallamiento y dependencia.
Nosotros nos preguntamos como, quizás una de la respuesta sea esta, poder discutir nuestras realidades a través de la literatura, nuestro cine, como elemento disparador de nuestras convicciones, que no deben ser otras que la libertad y el compromiso de transitar el camino del hombre,del hombre que trabaja .
Hemos comenzado con pequeñas charlas,en aquellos sectores de barrios populares en donde las politicas conservadoras han golpeado con mayor fuerza, produciendo una marginacion y perdida de dignidad humana de mucha cuantia,y lo hacemos partiendo de nuestros derechos como hombres, teniendo como directriz fundamental nuestra constitución, no por ello dejar de hacer referencias a leyes vigentes que distan de la carta magna y con el solo animo de impulsar nuestro razonamiento, que nos ayude a investigar las ultimas causas ideológicas, del avance de normas anticonstitucionales desde su inicio.
Citando a un hombre nacional que dice “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”y con ella va la invitación a sumarte, a que esa otra historia la podamos desandar, donde nuestros obreros y el pueblo en su conjunto sean artífice de su propio destino,que no es otro que un destino de igualdad y libertad.

ALBERTO R