miércoles, 27 de agosto de 2008

Entrevista a Alberto Camps


Gabriel García Márquez (GGM), entrevisto por 1975 a uno de los compañeros, de los tres que fueran sobreviviente de lo que nosotros conocemos como la masacre de trelew, Alberto Camps (AC) de 24 años de edad, que inicio su militancia en el ejército de liberación nacional (ELN), que después pasaron a formar la fuerzas armadas revolucionarias (FAR), y que finalmente confluyeron en montoneros.
Aquí un extracto de dicha entrevista, para leerla completa; POR LA LIBRE, obra periodística 4 Gabriel garcía Márquez
GGM- No se si has logrado darte cuenta de que la imagen de los montoneros es un poco confusa, no conocemos muy bien el origen, el carácter la ideología de una organización que se considera revolucionaria, y que sin embargo coexiste dentro de un mismo movimiento de masas con los núcleos mas reaccionarios de la argentina, ¿podrías a desenredar este enredo?
AC- Para entender lo que somos los montoneros, hay que entender el proceso político argentino desde 1935, cuando la industrialización del país genero una clase vasta y potente: el proletariado industrial. El general Juan Perón, al asumir el gobierno en 1945, logro despertar el sentimiento nacionalista de esa nueva clase que por primera vez se sentía representada por el poder.
GGM- De todos modos es difícil entender que los montoneros surgen como una escisión del peronismo pero se quedan dentro del mismo movimiento asumiendo todo el riesgo de la confusión.
AC- Desde su nacimiento, los montoneros se definieron como el sector revolucionario del propio peronismo, y en ningún caso como una facción disidente. Escindirnos hubiera sido abandonar el seno de las masas, donde habíamos germinado y crecido, y que es donde esta planteada toda la esencia de nuestra lucha.
GGM- ¿Cómo miden ustedes el grado de aceptación de una propuesta?
AC- Vivimos dentro de las masas, y sabemos que lo importante es no hacerles nunca una propuesta que no corresponda con exactitud a su nivel de conciencia. Proponer algo que este diez pasos más allá o diez paso más acá, implica el riesgo de perder su representatividad.
GGM- ¿Se prestaron para el juego electoral?
AC- Cuando Héctor Cámpora fue elegido para la presidencia de la república, el pueblo voto en realidad por un programa de liberación nacional. Nosotros, siempre atento al sentir de las masas, nos integramos al nuevo gobierno para participar con la cara descubierta en la reorganización política sindical. S in embargo muy pronto nos convenció la realidad de que aquella era una ilusión vana. La burocracia sindical, los jefes políticos del peronismo ortodoxo, todas las fuerzas retardatarias y vendidas lanzaron una ofensiva a fondo contra el proceso de democratización en marcha. Cámpora fue depuesto y a partir de ese momento todos los peronistas revolucionarios fueron eliminados de los puestos de poder como así también se inicio la liquidación sistemática de los peronistas auténticos.
GGM- Sin embargo, existe la creencia bastante generaralizada de que el régimen de perón era fascista.
AC- En su primer gobierno, perón fue un nacionalista puro dentro de las condiciones propias de la argentina en aquel momento. Su planteamiento de entonces fue correcto: un nacionalismo con capitalismo de estado y la organización de la clase trabajadora.En diez años la confederación general del trabajo paso de tener quinientos mil a cinco millones de afiliados.
GGM- ¿Cómo se entiende que lo tumbaran con tanta facilidad?
AC- No lo tumbaron con tanta facilidad. Fue una conspiración colosal de la oligarquía, los sectores más reaccionarios de las fuerzas armadas y el imperialismo norteamericano. Esa alianza infernal logró derribar a Perón pero no consiguió someter a la clase trabajadora, no hubo un recurso, legitimo o ilegitimo, que no hubiera sido puesto en práctica para lograr ese objetivo.
AR

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